Durante tres días, el virus WannaCry logró detener la producción de chips de la empresa de procesadores más grande del mundo, el proveedor de Apple en Taiwán, la fábrica TSMC. Según el fabricante de semiconductores, el ransomware atacó su red informática y logró propagarse a más de 10 equipos en tres plantas de fabricación. El ataque tuvo lugar el viernes (03), pero el motivo fue descubierto recién el lunes (06).
En este caso, los analistas de seguridad llaman la atención de usuarios individuales y corporativos sobre el problema de la actualización de seguridad. Si bien la situación ya fue resuelta, en conferencia de prensa la empresa taiwanesa habría admitido que el virus afectó a máquinas con sistema Windows 7 sin las debidas actualizaciones de seguridad.
Vale la pena señalar que en 2017, antes de que se propague el virus WannaCry, Microsoft lanzó parches de seguridad para corregir las fallas que podrían romper el virus.
El proveedor, en una nota, habría informado que el ataque del virus ocurrió en una sola máquina que estaba en una actualización del sistema, con esto, el ransomware habría logrado llegar a los otros equipos conectando la computadora a la red. Entonces, para evitar que el virus se propague más, se detuvo la producción. Ahora, los datos confidenciales de los clientes que afirma TSMC no se han visto comprometidos.
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Sin embargo, hasta el momento no hay información sobre si el evento influirá en el lanzamiento de los nuevos iPhone, que suele tener lugar en el mes de septiembre, ya que Apple no se ha pronunciado al respecto.
WannaCry es un ransomware que bloquea archivos en una computadora y para liberarlos se suele pedir un rescate, en la mayoría de los casos en Bitcoin.
TSMC habría tomado las medidas de seguridad necesarias para evitar más problemas como este en el futuro.
