Al igual que el cine, la televisión y la publicidad, los juegos siempre han reflejado las normas sociales. Históricamente, los videojuegos se crearon para un público masculino y de clase media-baja y superior. El grupo de edad siempre ha variado, pero la representación dentro de los juegos siempre ha girado en torno a hombres musculosos, masculinos, heroicos y blancos. Las mujeres en los juegos siempre se han insertado como personajes no para atraer a las mujeres a jugar, sino a los hombres, por lo que la sexualización en los juegos de la figura femenina es algo presente en la actualidad, mientras que hace 10 años era simplemente la regla. Las figuras LGBT eran inexistentes entonces, al igual que los negros.
A medida que la sociedad avanza y las minorías ganan espacios de expresión y reclaman visibilidad, también surgen iniciativas de inclusión en los juegos, aunque sea de personajes secundarios y muchas veces estereotipados. Para las personas LGBT, la primera marca de "representatividad" en un juego popular fue Super Mario Bros 2 en el oeste, o Doki Doki Panic en el este, donde un personaje villano en el juego, un Boss con forma de dinosaurio similar a Yoshi llamado Birdo, tenía en su descripción "Un dinosaurio que piensa que es una mujer", siendo considerado hoy un personaje transgénero, algo que en 1988 (cuando se lanzó el juego) era simplemente una cosa sin discutir. Incluso de forma estereotipada, en broma y más en un papel de villano, era un personaje subversivo al menos para los años 80, más aún en un juego japonés de una popular franquicia.
Sin embargo, algunos juegos llevaron la representación de las minorías a otro nivel. Comenzando con Los Sims 3, un simulador de vida que comenzó a permitir relaciones homosexuales y matrimonios entre sims. Esta fue una verdadera celebración entre los jugadores LGBT, ya que dentro del juego se trata la sexualidad de la forma más natural posible.
Lo mismo se extendió a Los Sims 4, que incluso incluía identidad de género para crear sims. Mass Effect también trajo un sistema de relaciones con personajes del mismo sexo (e incluso extraterrestres) con una naturalidad encomiable e incluso inclusión en la historia, desarrollo de estas novelas y consecuencias finales. Pero fue la ahora llamada Square Enix, propietaria de los títulos de Final Fantasy, la que en 1996 lanzó el juego Bahamut Lagoon, que permitía al personaje principal tener una relación sentimental con otro personaje masculino, siendo considerado bisexual.
Para las mujeres, Metroid 3, o Super Metroid, fue un gran hito representativo. Aunque es un juego completamente masculino, Samus, el personaje principal y quien usa un traje robótico, no tenía exactamente un género específico, pero todos los jugadores asumieron que era un hombre que se enfrentaba a monstruosos extraterrestres. Sin embargo, en el tercer juego de la franquicia, la animación de la muerte de Samus cambió y se convirtió en la ruptura de su armadura solo para revelar una figura femenina con cabello largo y rubio. En ese momento, esto fue un shock para la comunidad de jugadores, y Samus, incluso con rasgos sexualizados, sigue siendo hoy uno de los mejores ejemplos de personajes femeninos fuertes y protagonistas en los juegos, como lo fue Lara Croft en la franquicia Tomb Rider un poco más reciente. .
Los negros por su parte fueron muy destacados en la serie GTA, sin embargo, siempre en lo referente a la delincuencia. Sin embargo, al mismo tiempo, también se abordó la realidad de la comunidad negra estadounidense y la difícil vida discriminada y marginada. Muchos estereotipos, por supuesto, pero esta vez no se trataba de protagonistas blancos cazando matones negros, sino de criminales negros protagonizando juegos. Todavía es un progreso. Hoy en día tenemos varios juegos con figuras negras poderosas, empoderadas y fuera del crimen, pero todo esto gracias a iniciativas anteriores.
Cada vez vemos más las fórmulas para hacer que los juegos cambien. Hoy, las mujeres protagonizan varios juegos, y sin tener que recurrir a estilismos cortos y sexys. Incluso porque las mujeres juegan en masa a mediados de 2020, una industria que ya no está dominada por hombres. Lo mismo ocurre con la diversidad étnica dentro de los juegos. Independientemente de la etnia del protagonista, es muy difícil encontrar juegos hoy en día con solo personas blancas y occidentales. Latinos, negros y asiáticos tienen su lugar. Así como las personas LGBT tienen su lugar en los juegos de rol, donde la sexualidad ya no es impuesta ni heteronormativa. Hoy vemos juegos gigantes como League of Legends y Overwatch presentando personajes LGBT, personas negras y mujeres empoderadas, y esto debería ser solo el comienzo, hasta que la diversidad sea realmente la norma.
Es un largo camino por recorrer, pero con la presión de los nuevos jugadores más diversos y eclécticos, ninguna empresa quiere dejar fuera ningún nicho, audiencia o comunidad. Hoy en día, representar a las minorías es simplemente positivo para todos, tanto para los desarrolladores que se benefician de nuevas audiencias y mejoran su imagen social, como para las propias minorías que ahora pueden verse como protagonistas de historias épicas, heroicas y mágicas.
