Los objetos conectados representan un gran riesgo para los usuarios. Desafortunadamente, muchas personas ya han sido víctimas de piratas informáticos debido a dicha exposición. Un ejemplo de esto es cuando una mujer holandesa notó que su cámara de seguridad estaba siendo controlada de forma remota.
Rilana Hamer estaba en su casa cuando comenzó a escuchar sonidos provenientes de la sala. Pronto notó que su cámara conectada se movía y emitía sonidos.
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La mujer, con el susto, terminó gritando a la cámara, y se dio cuenta de que desenchufarla sería la mejor solución en ese momento.
El incidente fue reportado en su cuenta de Facebook. En la publicación, dijo que adquirió el equipo en la cadena de tiendas Acción, que vende productos de buena calidad a bajo costo. El propósito de la adquisición fue usar la cámara para monitorear de forma remota a su perro mientras estaba fuera de casa.
"Simplemente conéctelo a Wi-Fi y conéctelo. Puede operar la cámara en su teléfono celular y escuchar lo que sucede en su casa. Fue perfecto", dijo en la publicación.
Action recibió el producto de vuelta y dijo que está investigando lo que realmente sucedió. La compañía cree en dos posibilidades: un fallo de la propia cámara o el mal uso de la contraseña o de la red Wi-Fi.
