Valuada en US$200 millones, la startup Drive.ai estuvo a punto de cerrar sus puertas definitivamente, pero Apple terminó impidiendo que eso sucediera. La "manzana" compró los activos y equipos de la empresa.
Fundada en 2015, Drive.ai fue creada por investigadores de aprendizaje automático de la Universidad de Stanford, un servicio autónomo de transporte en autobús en Texas. Apple acabó interesándose por el trabajo de los académicos y entró en negociaciones con la empresa hace tres semanas.
El año pasado nadie hubiera pensado que Drive.ai algún día estaría en peligro de cerrar si tenía la imagen de que era una empresa prometedora que trabaja con coches autónomos. Se dio a conocer al desarrollar un sistema de reconocimiento y acciones para esquivar objetos en la vía e incluso fue noticia con sus pruebas de ruta fija utilizando vehículos autónomos, sin persona que vigile o controle en su interior, circulando por la vía pública.
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Los vehículos utilizados por la empresa para la automatización fueron Nissan V200 de color naranja con pantallas LED en el capó, encima de las ruedas delanteras y traseras. En las pantallas se mostraban mensajes, por ejemplo, "esperando", "en camino", "entrando" o "saliendo".
Sin embargo, eso no fue suficiente para Drive. ai sobrevive ya que es una tecnología que aún está en proceso de consolidación y con bajas expectativas de finalización y aplicación. Muchos expertos dicen que los automóviles autónomos tardarán años o incluso décadas en implementarse por completo.
Pero afortunadamente, al menos para Drive.ai, Apple adquirió los derechos de la empresa, compró los vehículos y contrató a todos los que ya estaban trabajando en la investigación.
Fuente: The Verge, Axios
