El miércoles (19), Apple lanzó una pequeña actualización para iOS, moviendo el sistema móvil a la versión 10.3.3. Aunque se trata de una simple actualización, se encarga de solucionar un grave problema en iOS: una falla de seguridad que permitía a los piratas informáticos invadir un iPhone o iPad por parte de un ciberdelincuente, que podía controlar el dispositivo de forma remota.
La falla de seguridad no estaba directamente en iOS, sino en los chips WiFi BCM4354, BCM4358 y BCM4359, fabricados por Broadcom y utilizados en los dispositivos de Apple. Cabe mencionar que otras marcas, como Samsung y LG, también utilizan el mismo tipo de chip. Ahora, con la solución, los puertos están cerrados y esto evita que los atacantes obtengan acceso ilegal al sistema.
En un ataque exitoso, por ejemplo, un delincuente podría obtener datos personales, información de tarjetas de crédito y otra información importante.
Para garantizar la seguridad de su dispositivo, los usuarios deben ir a la configuración de iOS y actualizar lo antes posible. Vale la pena mencionar que Google ya ha lanzado una solución para el mismo problema en Android. Sin embargo, el proceso depende de que cada fabricante haga disponible la actualización.
