Según la decisión de un juez de San José, California (EE.UU.), no hay problema en el esquema de rastreo establecido entre Facebook y los sitios que cuentan con sistemas de intercambio en la red social.
Cabe mencionar que Facebook fue acusada de violar la privacidad por utilizar dichas plataformas para seguir los pasos de los internautas, incluso cuando no estaban conectados a la red social.
El problema surgió porque cuando un internauta visita cualquier página que contiene un botón de Facebook, el navegador envía información tanto al servidor donde se encuentra la página como a Facebook.
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“El hecho de que el navegador de un usuario envíe automáticamente la misma información a ambas partes no establece que una de las partes haya interceptado la comunicación con la otra”, agregó el juez. El hecho lleva ya cinco años rodando.
Desde 2011, se sabe que los botones de Facebook almacenan toda la información sobre los usuarios de Internet. En su momento, cuando se dio a conocer el hecho, la red social aseguró que estaba monitoreando por seguridad, ya que esto evitaría que un extraño acceda a la cuenta del usuario.
En 2014, Facebook comenzó a utilizar el seguimiento para mostrar publicidad dirigida. De esta forma, cuando los internautas visitaran un sitio en particular buscando algo, encontrarían anuncios del mismo producto dentro de la red social. Para que no hubiera problemas, Facebook incorporó una opción que permite que el usuario no se vea afectado por dichos anuncios.
