Android es el sistema operativo más utilizado en el mundo, ya que está presente en una gama de dispositivos de las más variadas marcas. Uno de sus principales problemas está relacionado con la inmensa fragmentación con versiones del software repartidas entre los dispositivos. Si bien Google ya está probando la versión beta de Android 8.1, la mayoría de los teléfonos inteligentes todavía usan Nougat o 6.0 Marshmallow, con muchos dispositivos en versiones anteriores.
Según una encuesta realizada por el ingeniero Dan Luu con datos públicos de Google desde 2010 hasta este año, se confirmó lo que todos sabían: la fragmentación de Android solo aumenta con cada año que pasa.
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En números, teniendo en cuenta que la base de consumidores solo crece, los datos se vuelven aún más aterradores. El mayor problema al mantener tabletas y teléfonos inteligentes con versiones como Gingerbread o Ice Cream Sandwich es la seguridad.
En lo que respecta a la seguridad, las versiones anteriores de Android están bastante desactualizadas y ya no reciben correcciones de errores.
Muchos de estos dispositivos ya tienen hasta una década de vida, sin embargo, en otros el problema es la obsolescencia programada, es decir, el tema no es la antigüedad, sino que el dispositivo fue abandonado por el fabricante al poco tiempo de su lanzamiento. .
